Скромный
Ася Кравченко
Érase una vez un rey. Un rey cualquiera, lo que a centavo una docena.
Pero él sabía que era único. Y de veras quería, que todos lo supieran.
Que le dieran algún nombre único.
Pero los sujetos entre ellos tan solo lo llamaban- Nuestro.
- ¿Habéis visto al Nuestro? ¿Sus lazos de color rosa en sus pantalones verdes? ¿Es que la gente lleva eso ahora?
El rey se preocupaba mucho:
- ¡Cómo les importan esos lazos!
- ¿El Nuestro sabéis lo que ha hecho? Se puso de pie en medio de una reunión, se subió a una silla y empezó a recitar poesías. ¡Sin sentido y sin rima! Poesías raras...
- ¿Que tienen que ver las poesías? - se enfurecía el rey.
-Al parecer al Nuestro sigue faltándole algo...
- ¡Ya me tenéis todos harto! - gritó el rey, cogió el busto del abuelo rey Gregor y lo tiró al suelo. El busto rompió el suelo.
-No os lo vais a creer, después de que el Nuestro le lanzara a Karl (es el vecino de abajo del rey) el busto, Karl empezó a tartamudear.
Desde entonces el rey decidió dejar todo y no volvió a mostrarse.
-Al parecer teníamos un monarca, - se preocuparon los sujetos dentro de una semana.
-Os acordáis de cuando recitaba poemas y era muy impredecible.
-Donde estará ahora?
-Al fin y al cabo, había algo en él.
Entonces el rey no pudo aguantar más y salió.
- ¡Que viva el rey!- gritaron todos.
Dijo el rey:
-Aquí estoy de pie ante vosotros. Tengo dos brazos reales, dos piernas reales y una gran alma real.
Entonces todos los presentes estaban a punto de echarse a llorar. Y lo llamaron Modesto.
-Bueno, al menos eso, - asintió Nuestro Modesto.
Érase una vez un rey. Un rey cualquiera, lo que a centavo una docena.
Pero él sabía que era único. Y de veras quería, que todos lo supieran.
Que le dieran algún nombre único.
Pero los sujetos entre ellos tan solo lo llamaban- Nuestro.
- ¿Habéis visto al Nuestro? ¿Sus lazos de color rosa en sus pantalones verdes? ¿Es que la gente lleva eso ahora?
El rey se preocupaba mucho:
- ¡Cómo les importan esos lazos!
- ¿El Nuestro sabéis lo que ha hecho? Se puso de pie en medio de una reunión, se subió a una silla y empezó a recitar poesías. ¡Sin sentido y sin rima! Poesías raras...
- ¿Que tienen que ver las poesías? - se enfurecía el rey.
-Al parecer al Nuestro sigue faltándole algo...
- ¡Ya me tenéis todos harto! - gritó el rey, cogió el busto del abuelo rey Gregor y lo tiró al suelo. El busto rompió el suelo.
-No os lo vais a creer, después de que el Nuestro le lanzara a Karl (es el vecino de abajo del rey) el busto, Karl empezó a tartamudear.
Desde entonces el rey decidió dejar todo y no volvió a mostrarse.
-Al parecer teníamos un monarca, - se preocuparon los sujetos dentro de una semana.
-Os acordáis de cuando recitaba poemas y era muy impredecible.
-Donde estará ahora?
-Al fin y al cabo, había algo en él.
Entonces el rey no pudo aguantar más y salió.
- ¡Que viva el rey!- gritaron todos.
Dijo el rey:
-Aquí estoy de pie ante vosotros. Tengo dos brazos reales, dos piernas reales y una gran alma real.
Entonces todos los presentes estaban a punto de echarse a llorar. Y lo llamaron Modesto.
-Bueno, al menos eso, - asintió Nuestro Modesto.